Te invito a Todas las exigencias del mundo 🫣🎤.
Queridos mapadres y cuidadores:
Si sos una persona ansiosa y con poco tiempo: este correo tiene una invitación muy pero muy especial al final.
Ahora sí. ¿Cómo están? Hoy les escribo para compartirles algunos miedos. Así es, en tiempos en donde todos se vanaglorian de sus éxitos y en redes sociales nos bombardean con facturaciones inverosímiles, yo les vengo a compartir parte de mi proceso como trabajadora independiente.
Hace ya tres años que renuncié a la mayoría de mis trabajos en relación de dependencia. Me quedé con una parte que representa un poco menos de un part-time porque me gusta mucho lo que hago y porque me permite conciliar con mis otras tareas. Pero hace ya tres años que, para llegar a fin de mes, necesito también “de mi otra parte". La que tiene que ver con la generación de contenidos para redes sociales, capacitaciones, talleres y escritura.
Me llevó mucho tiempo “cambiar el chip”. Claro que no es fácil, más cuando venís de trabajar durante más de diez años en relación de dependencia. Los primeros meses, casi el primer año entero, me costó mucho. En el medio, me convertí en madre por segunda vez y eso volvió a implicar un paréntesis en mi productividad laboral. Paciencia, me dije una y mil veces, aunque les confieso que soy una persona que suele preocuparse de más (ansiosa, sí).
El último año fue de mucho aprendizaje. Empecé el 2024 y decidí invertir en una mentoría que me ayudara a desarrollar mi modelo de negocios. La verdad es que la mentora no me dijo nada muy revelador o distinto a lo que ya estaba haciendo, pero sí me habló con firmeza. “Si vos querés hacer más, esto ya depende de vos. No busques excusas”. Yo la escuchaba y sentía una frustración bárbara porque, en algún punto, tenía razón. Así que decidí dejar de quejarme y hacerme cargo de la elección de ser mi propia jefa (frase que odio pero que a la vez es cierta). El 2024 fue el primer año en el que logré empezar a ordenar mis múltiples trabajos, entender dónde estoy parada y qué proyectos quiero elegir. Pude también diseñar mi 2025, poner en meses estratégicos los diferentes proyectos y ver qué cosas puedo y no puedo tomar.
La cosa es que todo estaba yendo de acuerdo a mis planes, cuando el 10 de enero recibí una llamada de Ezequiel Haraduck. Él es productor de radio en diferentes programas, lo conocí a través de unas notas que di con la salida de mi primer libro y pegamos buena onda.
“¿Tenés diez minutos?”, me preguntó. Y yo pensé: “no”. “Voy a seguir con mi plan armado para el 2025. No quiero distraerme”. Pero le contesté que “sí”, porque a esta altura ya saben que me cuesta decir que no.
“Quiero invitarte a que des una charla en la Sala Casals de Orsai. A la noche. Con público”, me dijo.
“Ni en pedo”, le contesté. “Me muero de miedo”.
“Pensalo y me decís”, me dijo.
Salí de mi habitación y fui corriendo a contarle a Lucas: “voy a estar en el Paseo la plaza”.
Y la cosa es que, por más planificación que haya hecho de mi 2025, les juro que no tenía planeado invitarlas a encontrarnos un sábado a la noche para tomar algo y hablar en persona.
Pero acá estoy y acá viene la invitación:
El sábado 29/3 a las 20 hs en el Paseo La Plaza vamos a charlar sobre Todas las exigencias del mundo.
Sobre qué es lo que nos pasa desde que nos despertamos hasta que nos vamos a dormir. De la cantidad de exigencias a las que estamos sometidas en estos tiempos: ser felices, mega productivas, tener buena presencia, no dejar de ser buena madre, buena hija también. Los mandatos nunca se terminan y es agotador.
Esto lo produce Orsai en la Sala Casals. La entrada incluye una consumición así que van a poder elegir entre una cerveza, una Coca Cola, un agua, o lo que les guste tomar. La idea es juntarnos y rendirnos juntas. Bueno, también reírnos, aprender, hacernos preguntas y quizás emocionarnos.
Hay muy poquitas entradas y esto es una prueba piloto de algo que puede (o no) ser espectacular. Así que las invito muy especialmente a que sean parte de esta primera experiencia y me acompañen.
Todos goles: es un sábado, a las ocho de la noche, no dura más de una hora y cuarto. Me escuchan un rato, hacemos catarsis juntas. Después se pueden comer una porción de pizza en la barra de Guerrín y para las diez de la noche ya vuelven a estar en sus casas con pijama. Ideal para venir con amigas, o solas, o con quien quieran.
Ahora bien. ¿Me da miedo? Re. ¿Voy a hacerlo igual? Sí. ¿Es porque me gusta sufrir? Quizás. O probablemente porque esto también forma parte de mis sueños y en algún momento hay que tirarse a la pileta.
Lo más importante: quiero que ustedes, que forman parte de esta comunidad, vengan a divertirse conmigo. Las entradas son limitadas, así que no esperen demasiado para reservar su lugar.
Amigos y amigas, nos vemos el 29/3 en el Paseo La Plaza.
Cualquier cosa, acá estoy.
El martes 11 vuelven los correos habituales.
Un abrazo enorme, Flor Sichel.
Mis libros:
EL FILO DEL AMOR
Este libro habla del amor. Pero no solo como algo hermoso y placentero, sino también sobre sus oscuridades, sus complejidades, sus filos. Es mi último libro. Ideal para cualquier persona que quiere meterse en el mundo de la filosofía por primera vez y pensar sobre las dimensiones del amor.
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¿Y VOS QUÉ PENSÁS? Viaje filosófico por las ideas
¡Un libro que escribí para chicos y chicas de 9 a 101 años!
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Filosofar desde la infancia y perderse en el camino
Un libro para madres, padres, docentes y personas curiosas. ¡Con prólogo de Luis Pescetti!